ENTREVISTA
A UN SACERDOTE MAYA
ITZAMNÁ
“LA
EDUCACIÓN ANTIGUA”
Entrevistador: ¿Cuál es su función en la
sociedad?
Entrevistado:
Yo soy ITZAMNÁ sumo sacerdote, vengo de la familia de los chanes de BACALAR,
después conocidos como los ITZÁES, me dedico a proteger a mi pueblo, honrando a
los dioses, para que estos nos otorguen el privilegio de su protección, me
encargo de transmitir de generación en generación, los saberes y obligaciones,
para que el pueblo no caiga en la desgracia.
Entrevistador:
¿Cómo se transmiten esos conocimientos?
Entrevistado:
En mi pueblo….. es obligación que los recién nacidos sean presentados ante mí,
para que nuestros dioses les brinden la protección necesaria, al cumplir los 8
años, niños y niñas deberán ser traídos al templo para su purificación y agrado
de los dioses, al mismo tiempo, que serán aprendices sus menesteres más
importantes, trabajando con humildad, sencillez, sabiduría, dedicación, con
gozo y júbilo por atender a sus maridos o a su pueblo, en la conquista del
territorio.
Entrevistador: ¿Existe
algún método de enseñanza tradicional?
Entrevistado:
Después de sus menesteres, los niños son llevados al Telpochcalli en donde se
educaba a los jóvenes del pueblo, a partir de los 15 años, para servir a su
comunidad y para la guerra. En el Calmécac, van los hijos de
los nobles .
En esta institución se les entrenaba para ser sacerdotes, guerreros de
la élite, jueces, maestros o gobernantes,
educándolos en historia, astronomía y
otras ciencias,
la medición del tiempo, música y filosofía, religión,
hábitos de limpieza, cuestiones de economía y gobierno,
y sobre todo, disciplina y valores morales. Había
maestros especiales que les enseñaban la tradición,
y leían y aprendían de memoria las historias ilustradas en los códices.
La escuela funcionaba como un internado, donde los jóvenes vivían, dormían y
comían. Con los aspirantes a sacerdotes su educación se enfocaba en la
religión, e incluía rituales, cantos a los dioses e interpretación de los
sueños. Los aspirantes a guerreros de la élite o a gobernantes recibían
más entrenamiento militar y
sobre asuntos de economía y gobierno.
Entrevistador: ¿Y
a las niñas cómo se les educaba?
Entrevistado:
Desde la niñez la educación de la mujer era distinta al del hombre. Poco
después de su nacimiento un sacerdote les indicaba su labor a futuro y cuando
estas cumplían los tres meses de edad se les hacía imitar la molienda de maíz
con sus pequeñas manos. Las niñas mayas eran instruidas de distinta manera del
niño desde el destete. Cuando cumplían 3 o 4 años de edad, se les ponía una
falda y una concha roja en el pubis y sus juegos de infancia estaban
relacionados a su labor a futuro. Cuando cumplían los nueve años de edad ya
ayudaban a sus madres en las labores del hogar. Las madres de estas niñas
procuraban enseñarles todo lo que sabían conforme iban creciendo, desde las
labores domésticas hasta sus propias experiencias de vida.
Entrevistador: ¿No
asistían a alguna escuela como los varones?
Entrevistado:
A los doce años de edad eran bautizadas, y abandonaban su hogar para ingresar a
un establecimiento educativo. Había dos tipos de clases para los
establecimientos, los cuales, eran internados, uno para nobles y otro para
clase media.
Entrevistador:
¿Era suficiente la educación para que el pueblo funcionara adecuadamente?
Entrevistado:
Efectivamente, un habitante era capaz de ser el mejor orador, guerrero,
artesano, obrero o sacerdote, las mujeres, aprendían lo necesario para ser
expertas en el cuidado de la casa y del esposo.
Entrevistador: Por
qué es importante la dialéctica?
Entrevistado:
Por qué es la mejor manera de transmitir
la historia de nuestro pueblo a través de las generaciones, sin que se pierdan
los valores.
Entrevistador: ¿Cómo le gustaría mejorar la
educación de su pueblo?
Entrevistado:
Creo que no hay necesidad, ya que cada habitante es temeroso de los dioses y
por lo mismo, obedece las leyes, por qué si no lo hicieran, los castigos son
muy duros, para que aprendan la lección.
Entrevistador: Para
finalizar, ¿Cuál es la importancia de prevalecer culturalmente?
Entrevistado:
No existe la perfección, pero el hombre que no la busca, fracasará durante toda su vida ya que
no tendrá respeto por los dioses ni por el mismo.
MUJERES
MAYA EN SUS MENESTERES.
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